lunes, 21 de noviembre de 2016

DEPRESIÓN EN EL ADULTO MAYOR”


PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN


PRESENTAN
E.L.E GONZALEZ CUERVO BRENDA KAREN 
E.L.E MARTINEZ VELAZQUEZ MARIA LUCIA 
E.L.E SÁNCHEZ SÁNCHEZ SHAIRA
E.L.E VALENCIA RODRIGUEZ DIANA KARINA 


7° Semestre Grupo 3
Dra. María Del Refugio Domínguez Melgarejo 
Educación en Enfermería
Pachuca, Hgo., 25  de octubre de 2016




Introducción


Los trastornos afectivos, cognoscitivos y conductuales en la edad avanzada constituyen un problema de salud pública de enormes proporciones, dada su alta prevalencia y su alto costo social y económico. Dentro de los trastornos afectivos más frecuentes se encuentran la depresión y la ansiedad, que frecuentemente coexisten y pueden alterar la capacidad de las personas para mantener su independencia.

Se ha reportado que la asociación depresión/ansiedad es muy frecuente en el grupo poblacional entre 60 a 75 años, hasta en un 47.5% y se ha reportado que a mayor edad, (75 años y mas) tiende a disminuir su frecuencia. (INTERPSIQUIS 2014 XV CONGRESO VIRTUAL DE PSIQUIATRIA, 2014).


La depresión es una enfermedad que altera de manera intensa los sentimientos y los pensamientos. La forma más frecuente de manifestarse es: decaimiento, tristeza, sensación de incapacidad para afrontar las actividades y retos diarios, y la pérdida de interés en actividades que previamente resultaban placenteras. Las actividades básicas (alimentación, sueño y auto-cuidado) están afectadas, así como el curso del pensamiento, del lenguaje, y la sexualidad. Habitualmente quien sufre depresión presenta enlentecimiento o descenso en prácticamente todos los aspectos de la emoción y el comportamiento.


La prevalencia de depresión en el anciano, dependerá de la definición adoptada de “depresión”. También depende de la población estudiada, si son pacientes de la consulta externa, hospitalizados y crónicamente institucionalizados, población general. Por ejemplo, según el DSM-IV-TR, (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), la prevalencia varía entre 1.3% a 2.8% mientras la (Clasificación Internacional de Enfermedades) CIE-10 refiere 4.5% a 5.1%. En Latinoamérica, en el estudio SABE fluctúa entre 16.5% a 30.1%. En Europa con la escala euro-D se reporta de 26.1% a 31.2% y entre 30 a 36 con la escala GSM-AGECAT. Fluctuaciones similares se reportan para México y algunos países de Sudamérica. 
Pese a la elevada prevalencia de la depresión, se estima que sólo un 10% de los ancianos que la sufren reciben un tratamiento adecuado. (INTERPSIQUIS 2014 XV CONGRESO VIRTUAL DE PSIQUIATRIA, 2014)

   Marco  teórico

 

A lo largo de los años se han intentado diversas definiciones acerca de la depresión. Beck en 1970 lo expresaba en los siguientes términos: “Estado anormal del organismo que se manifiesta, a través de señales y síntomas, como un estado de ánimo subjetivo bajo, actitudes pesimistas, una pérdida de espontaneidad”. Once años más tarde Seligman decía: “Estado de intenso abatimiento que produce un desgaste de la motivación y una pérdida de interés por la realidad. La persona, además siente aversión por sí misma sintiéndose inútil y culpable”.  (Carmen Garcia Peña, 2012)

  Teorías de  la Depresión


Este  proyecto se relaciona con las diferentes teorías  porque  estudia el comportamiento de la sociedad ante una pérdida. 





Neurofisiología  de  la Depresión


Existe evidencia que niveles  anormales de  le  serotonina (5-hidroxitriptamina, 5-HT), norepinefrina  y dopamina (DA), neurotransmisores aminérgicos que actúan  en las  neuronas del sistema  nervioso  central, podrían ser  importantes en la  fisiopatología  de  la depresión.
La  serotonina  ejerce importante acción en el  talante, conducta, movimiento, apreciación del  dolor, actividad sexual, apetito, secreciones endocrinas, funciones cardiaca y el ciclo de sueño-vigilia. La mayoría de  la serotonina cerebral se  genera en los  núcleos del rafé, principalmente en el  noveno núcleo del rafé, que  se  localiza encordado entre la line media  del puente y el  bulbo raquídeo, estructuras que forman parte del  tallo cerebral. 
La serotonina es  producida a partir del aminoácido triptófano, el cual es  transportado a  través de la  barrera hemato-encefalica hasta las neuronas  por  el  gran  transportados neutral de aminoácidos (LNAA). 




. Presentación clínica  habitual de  la depresión en  las  personas mayores


1.- Signos  y síntomas  de sospecha
ü  El mayor que consulta en numerosas ocasiones o que hace un uso frecuente de los servicios sanitarios 
ü  Relatos persistentes de dolor, u otros síntomas somáticos poco definidos: cansancio, insomnio, cefalea, cambios en los patrones del ciclo sueño (vigilia, trastornos alimentarios, signos o síntomas gastrointestinales con exploraciones físicas y pruebas complementarias repetidamente normales).
ü  Retrasos en la recuperación de patologías médicas o quirúrgicas, rechazos al tratamiento propuesto o historia de resistencias a recibir el alta del hospital 
ü  Signos de aislamiento social 
ü  Presencia de mayor dependencia, o de declive funcional en la movilidad


2.- Clínica: 
Es frecuente la infradetección de los síntomas depresivos de los individuos mayores por los proveedores de los cuidados de la salud51 y, también en este grupo de edad, es habitual que no se relaten sentimientos de tristeza durante la anamnesis46. Por lo que, la confianza en la necesidad de la presencia de humor deprimido para el establecimiento del diagnóstico, puede llevar al infradiagnóstico de depresión en los individuos mayores. 
Las personas mayores deprimidas tienden a relatar más quejas somáticas y síntomas cognitivos, y en menor proporción síntomas afectivos. Es posible que nieguen la presencia de humor deprimido, pero pueden relatar una pérdida de sentimientos o de emoción, y pueden reconocer una disminución del interés y del placer que experimentan en las actividades que desarrollan.

 Se han encontrado tres factores que pueden enmascarar el diagnóstico de la depresión en el mayor: 
v  Comorbilidad. La presencia de múltiples patologías médicas, por ejemplo Insuficiencia Cardiaca Crónica, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer; hace difícil distinguir los síntomas de depresión de los referidos en ellas. Por ejemplo, la enfermedad de Parkinson tiende a manifestarse con enlentecimiento psicomotor, disminución de la energía y de la motivación, así como cambios en los patrones del sueño y de la alimentación, incluso en ausencia de síntomas depresivos. La discapacidad funcional y la depresión presentan una relación recíproca de tal manera que la primera predice, por sí misma, el desarrollo de depresión; y los síntomas depresivos son un factor de riesgo para el inicio o progresión de la discapacidad. Por este motivo se considera que la depresión es más discapacitante cuando coexiste con otras enfermedades médicas. Los efectos de ambos trastornos, en relación con la funcionalidad, son aditivos y sinérgicos, de manera que parece que, cada condición, tiende a agravar los síntomas, el curso y la respuesta al tratamiento de la otra. La instauración de un tratamiento antidepresivo disminuye los niveles excesivos de discapacidad, y puede resultar en mejoras del nivel de funcionalidad. 

v  Deterioro cognitivo: La semejanza entre los síntomas cognitivos de la demencia y neurovegetativos de la depresión, complica el diagnóstico de depresión en el contexto de un deterioro cognoscitivo, siendo objeto de múltiples controversias (ver apartado sobre patología asociada).



v  Acontecimientos Vitales Estresantes (AVE). La depresión en pacientes mayores se encuentra frecuentemente asociada a éstos (pérdida de la salud, de roles, de capacidad adquisitiva, pérdida de amigos y/o familiares, etc.); debiendo ser tratada la depresión mayor como una enfermedad grave, incluso si es precipitada por acontecimientos vitales.

Los síntomas de la depresión en las personas mayores pueden ser el resultado de una combinación de efectos genéticos, del propio envejecimiento, de las enfermedades presentes, de los fármacos ingeridos, y de AVE que pueden actuar como precipitantes.

Será fundamental tener en cuenta algunas claves que pueden ayudarnos a distinguir la depresión en las personas mayores: 
v  Frecuente presentación en forma de quejas somáticas. Habitualmente muy cambiantes, no explicadas por otras patologías médicas, o desproporcionadas a la afectación que padece el individuo, el cual parece menos dispuesto a hacer mención de sus síntomas psicológicos en la anamnesis, negando incluso sentimientos de tristeza. De todas maneras, y a pesar de lo comentado, siempre se debe tener presente que algunos fármacos, o enfermedades, como el cáncer de páncreas, o el hipotiroidismo, etc.; pueden ocasionar alteraciones y síntomas depresivos como primera expresión fenomenológica.
v  Presencia de sentimientos de desesperación. Es frecuente la asociación de depresión en la persona mayor y pérdida de autoestima, con especial importancia por su relación con la ideación suicida. 

v  Asociación frecuente con ansiedad e inquietud. Las preocupaciones y la tensión nerviosa se asocian, y en ocasiones se comportan como síntomas prominentes de la depresión en el mayor. Pueden adicionarse también, de forma frecuente, quejas de pérdida de memoria, sin deterioro amnésico objetivado en los test de cribaje, incapacidad de concentrarse, u otros trastornos cognitivos.

v  Disminución de la sensación de placer o anhedonia. La incapacidad para experimentar placer en las distintas actividades vitales es un síntoma nuclear de la depresión, junto con una disminución global del ánimo, y un aumento de la culpabilización a la enfermedad por la restricción de las actividades (sabiendo que la depresión puede aumentar la discapacidad en pacientes que presentan Diabetes Mellitus, Artritis o Cardiopatía). En los individuos creyentes puede expresarse como un menor sentido de la proximidad a Dios; en los que tienen responsabilidades de cuidado (de sus nietos, de un paciente dependiente, etc.) pueden tener sensación de agotamiento, o en forma de apatía, o aislamiento, por la prolongada dedicación a dicha tarea. 

v  Enlentecimiento psicomotor. Que generalmente no expresará el paciente, sino que obtendremos a través de nuestra observación, evaluación de pistas no verbales como la disminución de la velocidad motora y de los movimientos, así como de una postura encerrada en sí mismo.

v  Disminución del interés en el cuidado y aseo personal, provocando cambios en la apariencia; así como un abandono del tratamiento farmacológico o dietético que estaba siguiendo. (Sebastiá Riu Subirana)



MANEJO NO FARMACOLOGICO DE LA DEPRESION EN EL ADULTO MAYOR 


RISOTERAPIA


La Risoterapia es una técnica terapéutica que está fundamentada en los beneficios que ofrece la risa sobre nuestra salud, la calidad de vida y el bienestar general. La Risoterapia puede traer beneficios a cualquier persona que la practique sin que haya una necesidad anterior por encontrarse mal física o psíquicamente para participar en un taller de la risa.
Se dice que la distancia más corta entre dos personas es la sonrisa, de ahí la importancia de reir en grupo. Cuando varias personas ríen de una forma sana en grupo mejoran su comunicación verbal y no verbal, y se alcanza una mayor relajación y complicidad.
Por todo lo que acabamos de decir, se hace importante y necesario aprender a desarrollar un pensamiento positivo ante la vida, acrecentar nuestra capacidad para reírnos y entender los beneficios que proporciona el buen humor sobre nuestra salud. Para ello se ha creado la Risoterapia.



TERAPIA OCUPACIONAL


La terapia ocupacional es la “Praxis que aplica o utiliza la ocupación como agente, enti- dad o medio terapéutico, con el propósito de preservar, promover, mantener, restablecer y mejorar la salud o aliviar una situación penosa que afecta al bienestar del individuo” (Moruno y Romero, 2003)(4). 
Atendiendo a la definición propuesta por la Asociación Americana de Terapia ocupacional (AOTA, 1986)(5): 
“Terapia ocupacional es el uso terapéutico de actividades de autocuidado, trabajo y juego para incrementar la función independiente, mejorar el desarrollo y prevenir la discapacidad. Puede incluir la adaptación de tareas o el ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida.”




REFERENCIAS 
  • (1) TALLER DE RISOTERAPIA: DISFRUTA CON DIFERENCIA,CONCEJALIA DE EDUCACION,http://www.elpuertodesantamaria.es/webs/OEM/2014-2015/pdf/023%20risoterapia.pdf
  •  (2)Ma Cruz García Rodera y colaboradores. www.maricruzgarcia.com 
  • (3)TALLER DE RISOTERAPIA: CÓMO UTILIZAR EL HUMOR PARA HACER GRUPO IX JORNADAS DE INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS HOGARES VERDES 08/06/2015 Marina Brunete Esteban marinabruneteesteban@gmail.com 
  • (4) Moruno P, Romero DM. Definición de la terapia ocupacional. En: Romero DM, Moruno P (eds.). Terapia ocupacional teoría y técnicas. Barcelona: Masson; 2003. p. 44-51. 

  • (5)Durante P. Conceptos básicos de terapia ocupacional. En: Polonio B, Durante P, Noya B (eds.). Conceptos fundamentales de terapia ocupacional. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2001. p. 13-24. 




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